Se trata de un cortijo antiguo restaurado, con un gran patio interior, situado en un lugar privilegiado, desde el que se domina un amplio y bello paisaje: el pueblo, olivos, almendros, tierras de cultivo, pinos, encinas, quejigos, fresnos, y las Sierras de San Jorge, Gorda y Camarolos.
Son especialmente hermosos los amaneceres y atardeceres, así como las noches de luna llena, sobre todo cuando esta se asoma por detrás de la sierra e ilumina el llano.
Objetos propios del quehacer y la vida en el campo (arados, rulo de trilla, aparejos, artesa, almocafres, cantareras, etc.) conforman los elementos decorativos del cortijo.
Capacidad máxima 16 personas.
Cinco dormitorios: dos de matrimonio, uno con dos camas, otro con dos camas y dos supletorias y otro con una cama de matrimonio y cuatro supletorias. Mantas, sábanas y toallas.
Cocina con chimenea y todos los útiles imprescindibles: hornilla con cinco fuegos y horno, microondas, vajilla, cubertería, cafetera, batidora, ollas, sartenes…
2 cuartos de baño.
Comedor.
2 salones de estar.
Gran patio interior con barbacoa y mesa de ping-pong. Barbacoa en el exterior, en la puerta de entrada.
Piscina (7×3,5 metros). Ubicada en el patio interior.
Calefacción central con radiadores en todas las dependencias.
La casa dispone de frigorífico, lavadora, televisión…